10 pasos para desarrollar la inteligencia emocional siendo adultos

Hay personas que tienen más o menos desarrollada la inteligencia emocional (IE), no obstante, con la práctica, es posible aumentarla. Si últimamente estás informándote acerca de la inteligencia emocional, sabrás que las emociones y la comprensión, aceptación y regulación de ellas nos haría mucho más felices; estar en paz con nosotros mismos y con los demás.

Al no ser conscientes de nuestras propias emociones ni las de los demás, estamos bloqueando nuestra inteligencia emocional.
En este artículo vamos a ver cómo desarrollar la inteligencia emocional en adultos.

Índice

Desarrollar inteligencia emocional

10 Pautas para desarrollar nuestra inteligencia emocional


A continuación, te ofrecemos unas pautas para desarrollar tu IE siendo adulto, no obstante, la inteligencia emocional se puede desarrollar desde niños. Además, si lo prefieres, siempre puedes acudir a un profesional que te ayude con ello.

1. Reconoce la emoción


El primer paso es detectar la emoción que hay detrás de la manera en la que estamos reaccionando ante una situación determinada. Si no la reconocemos, difícilmente podremos gestionarla. Por eso es recomendable pararnos a analizar, y preguntarnos a nosotros mismos ante qué tipo de circunstancia estamos expuestos, qué tipo de emoción estamos experimentando y por qué estamos reaccionando de ese modo.

Debemos conectar con nuestras emociones y dejarlas fluir, no reprimirlas, pero tampoco conviene dejar que se desborden. Hay que encontrar un equilibrio.

2. Defínela


Hay expertos que aconsejan que no nos limitamos simplemente a decir "Estoy triste o enfadado", sino que vayamos más allá y describamos o concretemos la emoción que estamos teniendo. Por ejemplo, hay palabras que podrían definir de manera más concreta un estado con respecto a la emoción de enfado:
Enojo, fastidio, disgusto, cabreo, cólera, desagrado, indignación, exacerbación, hastío, irritación, molestia, furia, arrebato.

3. Diferénciala


Aunque, es posible que confundamos la emoción primaria (tristeza, alegría, enfado o miedo) con emociones secundarias (otras que se desencadenan a partir de la primaria). ¿Realmente me siento triste o estoy decepcionado? Es importante hacerse cuestiones.

4. Analiza la información que nos da la emoción


Lo más importante también es no juzgar cómo nos estamos sintiendo. Las emociones tienen su función; nos ofrecen información para poder actuar ante determinada situación, y todas son igual de necesarias.

  • La tristeza nos ayuda a superar una pérdida o ausencia de algo que tiene valor para nosotros (un ser querido, una experiencia, un objeto...).
  • El miedo nos alerta ante una circunstancia que consideramos peligrosa o que en un principio no podemos afrontar con los recursos que disponemos.
  • El enfado refleja una injusticia u ofensa a nuestra persona (o a alguien a quien apreciamos).
  • La alegría es fruto de algo que nos es placentero o satisfactorio.

5. El lenguaje corporal nos dice mucho


¿Sabes que el lenguaje no verbal también tiene mucho que ver en la inteligencia emocional? Es un tipo de comunicación que nos puede transmitir mucha información.

  • Cuando estamos tristes, nos sentimos con poca energía y las ganas de realizar cualquier actividad disminuyen. ¿Cómo se manifiesta? Estamos más cabizbajos, las comisuras de los labios tienden a descender.

  • Cuando tenemos miedo se activa la amígdala (la encargada de controlar las emociones. Está situada en el sistema límbico), es la que decide si huimos, si nos enfrentamos al problema o si nos quedamos paralizados. ¿Cómo se manifiesta? Todos nuestros sentidos están en alerta, nuestras pupilas dilatadas, nos aumenta la presión arterial (la sangre se dirige principalmente a las extremidades para prepararnos para la huida, por eso, es posible que nuestro rostro esté pálido y sintamos las manos frías).

  • Al enfadarnos se dispara principalmente la adrenalina, la hormona que hace que nuestro ritmo cardíaco se acelere. Nuestro sistema nervioso simpático se prepara para el ataque o la defensa. ¿Cómo se manifiesta? Notamos mucha más energía con los sentidos en alerta.

  • Estando alegres notamos un aumento de energía que nos motiva a conseguir nuevas metas. ¿Cómo se manifiesta? Las comisuras de los labios ascienden (se nos dibuja una sonrisa), apertura de ojos, se expanden los músculos del pecho, la garganta y las cuerdas vocales, cambios que potencian nuestro bienestar.

Gracias al lenguaje no verbal, es posible anticipar o descubrir qué tipo de emoción estamos a punto de experimentar.

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6. Control de los pensamientos, reacciona diferente


No podemos evitar las emociones, pero sí la manera de pensar y reaccionar a raíz de ellas.

7. Empatía y reconocimiento de las emociones ajenas


Pero, la inteligencia emocional no solo abarca el autoconocimiento y el autocontrol de las propias emociones, también incluye la empatía y las habilidades sociales, es decir, el reconocimiento de las emociones ajenas y la manera de actuar al respecto de estas.

Por lo general, se tiende a juzgar la reacción de la otra persona, sin pararse a analizar y reflexionar qué tipo de emoción le ha llevado a actuar de ese modo (el porqué). Entender a los demás.

8. Diario emocional


Varios estudios han demostrado que poner por escrito nuestros sentimientos nos libera de ciertas cargas emocionales, funciona muy bien como terapia psicológica, pero también como medio para entender nuestras emociones. Hacerlo, hace que se reduzca la intensidad emocional.

9. Usa la asertividad para expresar tus emociones


A menudo, el gran problema al que se enfrenta la mayoría de personas a la hora de gestionar las emociones, no solo es la identificación de estas, sino que les cuesta expresar lo que sienten y, sobre todo, ponerle nombre a lo que sienten.

Expresar lo que uno siente mediante la asertividad (sin juzgar ni señalar), es fundamental en la inteligencia emocional.

Por ejemplo:
  1. Definimos la emoción
  2. Expresamos la emoción en primera persona
  3. Comunicamos qué es lo que nos provoca la emoción y el comportamiento derivado de ello, pero sin juzgar (no utilizar frases que comiencen por "Tú")
  4. Importante expresar la necesidad

10. Practica, practica, practica


La teoría es importante, es un punto de partida, pero hay que ponerlo en práctica. Desarrollar la inteligencia emocional es un trabajo a medio y largo plazo, hay que ser constante y determinante. Valorar una ayuda profesional es una buena decisión, y esta podría acompañarte en este proceso.

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